¿Cómo puede un comercio de barrio iniciarse en el sector eCommerce?
¿Tienes una tienda "offline" o comercio físico y estás pensando en pasarte al Online con un eCommerce? Quédate porque analizaré contigo algunos puntos que necesitas implementar.
La actual situación de pandemia por covid-19, y el consiguiente cierre de casi toda actividad comercial presencial por el confinamiento de la población, nos arroja a la cara del pequeño comerciante una dura lección:
Poner todos los huevos en la misma cesta es una receta peligrosa se mire por donde se mire.
Podemos leer todos los estudios y estadísticas que publican diferentes institutos, periódicos o el mismísimo gobierno,... da igual lo que digan, nosotros, como pequeños empresarios, como pequeños comerciantes, ya sabemos cuáles son las condiciones a las que nos enfrentamos en la actualidad.
Nuestros negocios cerrados durante casi dos meses, ahora podremos abrirlos pero con unas restricciones de salud y seguridad que hará casi imposible su rentabilidad.
Nos encontramos ante un momento disruptivo, es decir, toda nuestra realidad pasada desaparece de un día para otro y se instalará entre nosotros una nueva forma de hacer las cosas, una nueva realidad que sin duda pasa por informarse sobre cómo crear una tienda online y comenzar a vender a través de Internet.
4 Condicionantes de la “vieja normalidad” para el comercio de barrio
El comercio tradicional o de proximidad, es un tipo de negocio muy reacio a los cambios, a adaptarse a los nuevos tiempos, las nuevas tendencias, las nuevas formas de vender y comprar.
Quizás por eso es un tipo de negocio que siempre anda “en crisis”.
Veamos someramente cuáles son, o suelen ser, las premisas por las que se mueve este comercio de barrio para vender sus productos o servicios.
1) Horario rígido
Todos hemos escuchado en múltiples ocasiones eso de “horario de comercio”.
Las tiendas de barrio tienen un horario establecido muy rígido que no varía de un comercio a otro, de un barrio a otro, de una ciudad a otra.
Me pregunto cuántos pequeños comerciantes han estudiado los hábitos de sus clientes y, sobre todo, de sus potenciales clientes, para diseñar su horario de apertura y cierre.
Creo que no me equivoco si digo que uno o ninguno.
El comercio de barrio suele poner un horario de atención al público que le conviene al propio comercio, no a sus clientes y, sobretodo (insisto) a sus potenciales clientes. Esto hace que muchas compras se queden sin hacer porque cuando el cliente tiene tiempo de realizarlas el comercio está cerrado.
2) Política de precios
Lo normal en el pequeño comercio de barrio es meter un porcentaje fijo de margen de beneficio sobre el precio de compra del producto.
No hay ningún estudio previo para la fijación del precio final, por tanto, un pantalón comprado a un importador chino y vendido a todas las tiendas de ropa del municipio tendrán el mismo precio.
Así que da igual dónde compres el pantalón. No hay marcada ninguna diferencia, no hay ningún plus.
3) Poca profesionalidad de los empleados
Antiguamente el comercio de barrio era también un negocio familiar. Trabajaban en él hasta tres generaciones.
Eso hacía que la primera generación llevase en el negocio hasta 50 años; que la segunda generación llevase trabajando y aprendiendo el oficio 20 ó 30 años cuando la tercera generación se incorporaba a aprender.
El trato al cliente, la presentación del producto, las ventas dirigidas, el aumento del ticket medio… Actualmente todo eso se ha perdido. Se contrata a personal para esos comercios de barrio que se limitan a doblar ropa, en el mejor de los casos; o a mantener la tienda más o menos limpia y ordenada.
4) Visibilidad del comercio de barrio
Antes cada barrio tenía su comercio al que acudían los clientes de proximidad.
Las compras se hacían en la tienda más cercana al domicilio.
Por eso no se vendía, se despachaban productos.
Era lo que había, si lo necesitabas lo comprabas y punto.
Mucha fama tenía que tener el comercio para que personas y clientes de otros barrios más alejados se acercasen a él para comprarles.
Ahora la movilidad del consumidor es máxima y el comercio de barrio no consigue retener clientela.
Y no es una cuestión de precios porque coger el coche, conducir hasta un centro comercial, pagar aparcamiento… para poder comprarte una camisa, una televisión, un ordenador o un teléfono móvil…, al final sale más caro.
Porque gastas más tiempo y, sobre todo, más dinero.
¿Cómo ha sido la “normalidad” del comercio de barrio durante el confinamiento?
Desde mitad de marzo lleva el grueso de la población encerrada en sus casas. La inmensa mayoría de las empresas han tenido que cerrar, poner en “hibernación” sus negocios porque no cumplían con los requisitos técnicos para poder seguir prestando servicio.
Es verdad que muchos negocios no tienen sentido con sus clientes encerrados en casa sin poder salir.
Pensemos en las agencias de viajes, en las tiendas de moda de baño.
Otros negocios no han sabido o querido adaptarse a esta nueva realidad.
Recuerdo una entrevista al dueño de un taller de coches que se quejaba contra el gobierno porque, decía, que con las nuevas leyes del estado de alerta sí se le permitía tener abierto el negocio, pero se impedía a sus clientes acudir al taller.
Claro ejemplo de cultura empresarial del pequeño comercio de barrio: yo soy el rey de mi castillo y es el cliente el que debe venir a mi negocio
¿Cuántas formas se os ocurren para que un taller de coches pueda seguir trabajando aunque los clientes no puedan salir de casa?
Por ejemplo, que sea el taller el que se acerque a recoger los coches que debe revisar o arreglar, ¿no?
1) WhatsApp, aliado del comercio de barrio
Pocas semanas después de comenzar con el confinamiento comenzaron a circular mensajes de WhatsApp donde se nos informaba, en mi caso particular, de los puestos del mercado municipal que hacían reparto a domicilio.
Luego se dieron cuenta que para hacer reparto a domicilio primero el cliente debía comprar.
Y debía comprar sin salir de casa porque ya que salía a comprar poco sentido tiene (salvo por cuestiones de edad avanzada o movilidad reducida) que te lleven la compra a casa.
Así que volvieron a lanzar vía WhatsApp la forma de adquirir productos.
Ahora sí que podías comprarles vía mensajería instantánea, pagarles vía PayPal o tarjeta de crédito, y te llevaban la compra a casa.
2) Los horarios más flexibles
Otra cosa que ha cambiado durante esta época de cambios: el pequeño comercio de barrio ya no tiene un horario tan sumamente rígido como antes.
Por lo que he podido comprobar personalmente ahora hacen las entregas en horarios en los que antes estarían cerrados.
3) Ahora atender al cliente está por encima de horarios
Se nota que ahora son los propios dueños de los comercios de barrio los que están trabajando mucho y duro.
Eso hace que tengan que flexibilizar su estructura para dar servicio y atención al cliente.
Y no estoy diciendo que deban tener jornadas maratonianas, sino que deben organizar sus negocios para atender la demanda. Y eso incluye los horarios.
4) Entrega a domicilio
Ayer leí en la edición digital de un periódico el caso de un restaurante de barrio al que la pandemia le ha venido como anillo al dedo.
Decía el dueño que ahora estaba trabajando más que nunca, que había pasado de tener un pequeño restaurante de barrio al que apenas acudía clientela a tener que ampliar plantilla tanto en concina como en reparto.
Y es que hay que adaptarse o morir, siempre ha sido así, y siempre lo será.
Si tus clientes no pueden ir a tu negocio será tu negocio el que debe ir a tus clientes.
Eso no es nada nuevo, lo del reparto a domicilio de comida.
La novedad es que el comercio de barrio “copie” a las grandes franquicias de comida rápida y realice entregas a domicilio y en unos horarios intempestivos para dicho comercio tradicional.
Pedir la cena a un chino casi a media noche puede ser de lo más normal del mundo pero, ¿y pedir la cena a un restaurante de barrio?
Antes, pasada las diez de la noche casi ni te dejaban entrar al comedor. Ahora te cogen el pedido casi a media noche.
5) Las redes sociales como el nuevo escaparate virtual
A pesar de estar prohibido salir a la calle muchos comercios siguen con sus escaparates puestos.
Siguen encendiendo los focos que los iluminan por la noche.
¿A quién estarán mostrando sus productos?
Otros comerciantes han entendido que debían trasladar sus escaparates al mundo virtual y las cuentas de empresa en las diferentes redes sociales han experimentado una fuerte actividad.
Los negocios que no han querido parar no lo han hecho.
Han seguido trabajando en esta nueva realidad donde el mundo digital toma una nueva importancia.
Y no sólo como escaparate virtual.
Si antes comenté que se estaban ya realizando pedidos desde WhatsApp no es menos ciertos que muchos comercios de barrio aceptan encargos desde los mensajes a sus distintas redes sociales.
La comunicación de la empresa y el cliente desde las redes sociales es muy directa. De hecho facebook permite la videollamada en vez de sólo un mensaje escrito (o un mensaje donde adjuntemos un archivo de audio o de vídeo)
Por tanto, la atención al público puede hacerse de manera tan directa y cercana como si fuese presencial.
También plataformas como páginas de Facebook permiten la compra directa desde las páginas de empresa que tengan una tienda online.
Otro motivo más para que el pequeño comercio de barrio entre de una vez por todas en el siglo XXI
La nueva normalidad del comercio de barrio
La nueva normalidad impone una serie de restricciones en los comercios.
Eso hará que muchos de ellos no puedan facturar lo suficiente para poder ser rentables.
O bajan sus costes, bajando hipotecas o alquileres, sueldos o empleados, impuestos… O bajan definitivamente la persiana.
También puede aprender de toda esta nueva situación y adaptarse para trabajar en una nueva realidad, en una nueva normalidad.
Y es una nueva normalidad en la que ya se nos está advirtiendo que es más que posible una nueva pandemia en julio o a partir de septiembre.
Es decir, las autoridades nos están advirtiendo que nos volverán a encerrar en nuestras casas justo después de permitirnos salir o, si todo va bien, en otoño.
1) Es hora que el comercio de barrio se inicie en el eCommerce
El comercio de barrio ha tenido un período de “prueba” de dos meses donde ha podido comprobar que la venta a distancia es posible.
Y ahora debería tener la certeza que la venta a distancia será la forma más estable de mantener abierto el negocio.
Hay que hacer caso a lo que nos están diciendo, ya nos están advirtiendo que esto de estar encerrados en casa será, o podrá ser, parte de la nueva normalidad.
Por tanto el comercio de barrio debe adaptarse y abrazar el eCommerce como parte fundamental de su estructura empresarial.
2) De los mensajes por WhatsApp al eCommerce profesional
En este período de prueba se ha “permitido” al comercio trabajar y vender de “aquella forma”.
No hacía falta parecer profesional y los fallos se perdonaban rápido, porque la situación es la que es y nos ha pillado a todos por sorpresa.
Pero en una segunda o tercera “encerrona” esta forma de trabajar tan “amateur” no creo que se permita por el consumidor.
Más teniendo en cuenta que el comercio electrónico está subiendo como la espuma.
Con plataformas logísticas que han tenido que incrementar el número de empleados y los turnos de trabajo para poder dar salida a toda la demanda generada.
El comercio electrónico está perfectamente regulado de tal forma que tiene unas seguridades para el consumidor final que no tiene los mensajes por WhatsApp.
Y en una nueva realidad que se instalará para quedarse, este período de transición del comercio de proximidad al eCommerce se terminará pronto.
El comercio de barrio que piense que en el próximo confinamiento podrá seguir vendiendo por mensajería instantánea creo que se estrellará.
Es el momento de las tiendas electrónicas perfectamente profesionales, legales y con todos los derechos y obligaciones, tanto para el comercio como para el cliente, perfectamente definidos.
¿Cómo puedes iniciarte en el eCommerce siendo una tienda de barrio?
Cualquier negocio, grande o pequeño, sabe que para ganar primero hay que invertir.
Pero puede pasar que no se tenga la liquidez suficiente como para crear una megatienda online contratando al mejor equipo humano posible.
¿Es eso un inconveniente como para dejar pasar la actual necesidad del pequeño comercio de barrio de dar el salto a la venta online?
Por supuesto que no.
En las actuales circunstancias estamos viendo cómo los comercios que venden a distancia, utilicemos este término para diferenciarlo del eCommerce propiamente dicho, han conseguido no parar en seco sus ingresos.
No digo que los que han empezado durante el confinamiento a vender a distancia ganen lo mismo que antes.
Pero los que sí tenían ya implantado ese sistema de venta han conseguido seguir funcionando y con eso estar mejor preparados que su competencia para afrontar la crisis económica que se nos ha venido encima.
» Formas “amateur” de vender online
Ya me he referido a la forma de vender online que ha triunfado en la actualidad. Hacer los pedidos por mensajería instantánea ha sido la tónica general para muchos comercios en estos días.
Pero es que otras aplicaciones móviles también han sabido canalizar oferta y demanda durante el confinamiento.
Wallapop ha visto como su actividad se incrementaba exponencialmente.
Ya no se trataba de venta de artículos de segunda mano entre particulares sino venta de artículos de primera mano de comercios a particulares.
Las redes sociales, en especial Facebook, se ha llenado de comercios ofertando sus productos en grupos locales tipo “no eres de…”
Todas esas formas de vender “online” están bien solo para unas circunstancias excepcionales, pero no creo que deba ser la tónica general para un comercio de barrio que quiera dar la apariencia de profesionalidad.
Intentaré explicarme con un ejemplo: te quieres comprar un coche.
Como la movilidad está reducida y la actividad de los concesionarios de coche está prohibida, el dueño del concesionario te acerca a tu domicilio el vehículo para hacer la prueba y negociar la compra en la calle.
Lo mismo hasta podéis citaros en los aparcamientos de un centro comercial.
¿Te ves cómodo comprando un coche a un tipo en medio de un centro comercial?
En las actuales circunstancias lo puedes entender y te puedes fiar pero:
¿Serviría esta misma fórmula para después de la pandemia? ¿Te dará confianza y seguridad? ¿Sensación de profesionalidad?
Estas fórmulas de venta a distancia están bien para las circunstancias excepcionales en las que nos encontramos pero no creo que funcionasen con una vida normal y sin restricciones de movilidad o apertura de negocios.
» Tiendas en Amazon
Una opción muy a tener en cuenta sería la de crear tu propia tienda online utilizando la plataforma de amazon.
Sería algo así como abrir tu tienda en un inmenso centro comercial.
Aquí la apariencia de profesionalidad y toda la seguridad que ofrece la propia plataforma hace que sea una buena opción para comenzar en el mundo del eCommerce.
Pero como todo en la vida, hay dos formas de hacer las cosas en esa plataforma: la profesional y la de aficionados.
La forma que le interesa al comercio de barrio es la de profesional y eso, amigos, cuesta.
Crear vuestra propia tienda online en Amazon no es especialmente complicado pero sí hay que hacer una serie de cosas muy bien para tener una oportunidad de triunfar.
Y uso triunfar no como hacerte de oro de un día para otro sino de vender en cantidad suficiente como para que valga la pena estar presente en esta plataforma.
Para aprender a crear un buen eCommerce en amazon nada mejor que hacer caso a los que saben.
Por eso os recomiendo que estudiéis este manual gratuito que tenéis a vuestra disposición en el blog de José Facchin sobre cómo vender en Amazon, manual completo paso a paso.
En este manual podrás ver que crear tu propia tienda online en Amazon no sale gratis, que las comisiones por venta que se queda la plataforma pueden llegar hasta el 20%...
Pero también podrás entender que Amazon ya está posicionado en los buscadores, muy bien posicionado.
Por lo que desde el minuto uno tus productos tienen la posibilidad real de ser visibles al público que los busca por Google.
Personalmente creo que esta opción de Amazon es muy buena opción para ganar tiempo e intentar ventas en la actualidad.
Puedes subir artículos hoy mismo y, con suerte, vender artículos hoy mismo.
» Crea tu propio eCommerce
Con tiempo suficiente y con ganas de hacerlo bien, la mejor opción para que un comercio de barrio se inicie en el eCommerce sería crear una tienda en Prestashop.
Y ¿por qué? Me preguntaréis. Y yo os respondo.
Para crear eCommerces existen una buena cantidad de plataformas y software.
La mayoría de ellos son “polivalentes” lo mismo creas un sitio web, que un simple blog, que un eCommerce.
Pero Prestashop es una plataforma de eCommerce que, además, te permite incluir un blog, una página de aterrizaje, un sitio web completo.
Es decir, prestashop te sirve para crear tu eCommerce, al que después también puedes “adornar” como te venga en gana.
¿Y eso es una ventaja?
Pues esto es lo mismo que si te quieres dedicar a los portes por carretera y te pones a modificar un utilitario para darle capacidad de carga en vez de adquirir una furgoneta, aunque sea de tercera mano.
Con tu propio eCommerce, que no tiene por qué contener miles de referencias, podrás hacer frente a las adversidades futuras.
Conclusión
Ten en cuenta que esto del confinamiento aseguran que podrá repetirse en otoño. Por tanto ya te estoy advirtiendo con tiempo suficiente.
En una economía en línea el negocio se puede ralentizar, pero no se para y eso, queridos lectores, es una ventaja competitiva que te permitirá sobrevivir mejor que tu competencia a nuevas “hibernaciones”.
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