Comercio electrónico sostenible: 5 iniciativas inspiradoras
Aunque el éxito de las compras online sigue creciendo en todo el mundo, la huella de carbono ligada al comercio electrónico está más que nunca en el centro de las preocupaciones de los clientes y, por tanto, de las marcas. Es por eso que muchas empresas se están movilizando para adoptar prácticas más eco-responsables. Aquí presentamos 5 iniciativas inspiradoras para cambiar a un modelo de comercio electrónico sostenible.
1. Embalaje: un gran problema
El packaging eco-responsable es uno de los pilares en cuanto a e-commerce sostenible. Y Francia lo ha entendido bien: según Statista, el 87% de las empresas francesas han reducido la cantidad de plástico en sus embalajes. Según esta misma fuente, el 66% opta por contenedores del tamaño de sus productos para evitar el sobreembalaje. Este es un elemento a tener muy en cuenta ya que el espacio vacío representaría, de media, un 24% del volumen de contenedores enviados por barco, según la firma británica DS Smith, especialista en embalaje industrial.
Al problema del sobreenvasado se suma la elección del envase utilizado. El comercio electrónico representa alrededor del 7% del uso del cartón ondulado en Francia, es decir, 385 millones de metros cuadrados consumidos al año según un informe presentado al gobierno en febrero de 2021. Por eso, algunas marcas han tomado la iniciativa de evitar tanto el sobreembalaje como la
sobreproducción de cajas que terminan en la basura. Entre las iniciativas, encontramos envases biodegradables elaborados a partir de fécula de patata o de maíz.
El comercio electrónico representa aproximadamente el 7% del uso del cartón ondulado en Francia
Otra solución: optar por envases que sean a la vez eco-responsables y reutilizables que además resultan una buena forma de fidelizar a los clientes como algunas iniciativas han demostrado. Es la alternativa que el líder mundial en el mercado de los televisores, Samsung, eligió para reducir su huella medioambiental. De hecho, en 2020, la marca coreana decidió entregar todos sus televisores en embalajes reutilizables, prácticos y divertidos, transformables en una pequeña caseta para mascotas. ¡La oportunidad de comprometerse con el planeta y hacer sonreír a los clientes!
2. Entrega: un tema prioritario
A pesar de la popularización de Click & Collect en medio de la pandemia, la entrega a domicilio sigue siendo el medio de entrega preferido por los consumidores. Un método que tiene un gran coste medioambiental. Por ello, se ha solicitado a algunas empresas que piensen en alternativas más eco-responsables en materia de entregas a domicilio.
Es el caso del grupo Fnac-Darty, Cdiscount y Ebay que forman parte de los 15 marketplaces que han firmado una carta comprometiéndose con el gobierno a reducir, de manera cuantificable, el impacto medioambiental de su actividad por ventas online. Una carta que exige reagrupar el envío de los artículos que un comprador adquiere a la vez. Asimismo, se solicitará que estas empresas publiquen el porcentaje de vehículos de bajas emisiones que utilizan para entregar sus paquetes a partir del año 2023.
3. Fomentar la segunda mano
Más barato, más ecológico y últimamente muy accesible en la red, la segunda mano está teniendo mucho éxito, y no solo entre los más jóvenes. Y si las webs de ropa de segunda mano como Vinted están en auge es porque la moda es uno de los sectores más contaminantes del mundo.
Algunas marcas textiles están tomando conciencia de su impacto en el medioambiente e implementando iniciativas para reducir su huella de carbono. Las políticas de RSE y el recommerce se están desarrollando a una velocidad vertiginosa pero también hay otras acciones concretas para cambiar realmente la situación.
Si bien algunas marcas lanzan nuevas colecciones cada temporada y a media temporada, promocionan la segunda mano abiertamente. Es, por ejemplo, el caso de la casa francesa de prêt-à porter Balzac, que además de comprometerse con sus clientes en un gran manifiesto, ofrece una alternativa "de segunda mano" en su web. El objetivo de esta iniciativa es dar a los clientes la posibilidad de revender o comprar ropa usada de la marca con el fin de promover un sistema de economía circular.
4. Existencias a medida
Para un sitio de comercio electrónico, la gestión de existencias es uno de los puntos más difíciles de abordar. Entre las razones más obvias está la incapacidad de cuantificar con precisión las peticiones de los clientes. Una posible sobreproducción tiene un coste tanto para la empresa como para el medioambiente.
Para contrarrestar los problemas de producción en masa, y por lo tanto, de exceso de existencias, el patrón de venta sin existencias que data del siglo pasado está resurgiendo. Y si los gigantes del comercio electrónico no lo han retomado aún, es inherente a las pequeñas y a las nuevas empresas. Cada vez son más los que se movilizan para contrarrestar los efectos alarmantes del consumo excesivo en el medioambiente.
El funcionamiento de la venta sin stock es sencillo: el pedido en la web de la marca se realiza unos meses antes de la producción. Por lo tanto, ninguna pieza se produce por adelantado y los productos solo se fabrican después de ser vendidos. Un sistema prometedor aunque económicamente menos atractivo para las marcas, que exige un compromiso real por parte de la empresa y del cliente, así como un cambio concreto en su forma de producir y consumir.
5. Promover el desperdicio cero
Para ir más allá en el proceso de comercio electrónico responsable, el desperdicio cero es un hábito que cada vez más empresas consiguen implantar, aunque es un sistema bastante alejado de nuestros patrones de consumo actuales. Es otra forma eficaz de limitar la huella de carbono, además de utilizar un embalaje más ecológico. Se trata de ofrecer productos a granel y establecer una consigna que incite al comprador a no tirar el embalaje de un producto para devolverlo a su comerciante; un antiguo modelo que data del siglo pasado pero que recupera todo su sentido en 2022. El objetivo es que este último pueda reutilizar este envase varias veces y así limitar su producción de desperdicios.
En 2022, muchas marcas han demostrado su compromiso y creatividad para implementar iniciativas originales y así luchar de manera concreta contra el calentamiento global. Entonces, ¿por qué no te sumas?